Un lugar de paz, cunha atención espectacular. Desayuno con produtos frescos e habitación cómoda que invita a relaxar. Perfecto para desconectar e gozar da tranquilidade da naturaleza, como dirían aquí, "sen moito ruido".

La habitación doble es amplia y bien equipada, superando las expectativas. La piscina en forma de riñón es un auténtico atractivo, ideal para refrescarse tras una jornada activa y la terraza del restaurante es el lugar perfecto para disfrutar de un café bajo el sol.

No me gustó tener solo una noche para disfrutar el lugar, me quedé con ganas de más. Además, el acceso a transporte cercano puede ser complicado, lo que podría ser un inconveniente para quienes prefieren no depender de un coche. La carta del restaurante, aunque breve, podría ofrecer un par de opciones adicionales para más variedad.

La curiosidad pudo conmigo

Un lugar ideal, tranquilo, lejos del bullicio, pero accesible. Las habitaciones son amplias y muy bien equipadas. La terraza del restaurante invita a relajarse después de una buena comida, con un servicio excepcional. Perfecto para una escapada en buena compañía y un café para cerrar la velada.

La piscina en forma de riñón te llama como un canto de sirena en un caluroso día de verano, ¡perfecta para zambullirse después de una caminata! El desayuno, con su ternera y huevos Benedectina, es más fresco que un croissant recién salido del horno y más delicioso que el abrazo de una abuela en navidad.

Ningún transporte cercano

Vaya festín en el restaurante! Las costillitas estaban para chuparse los dedos, y cada bocado era un descubrimiento nuevo. Encima, la terraza nos regaló unas vistas impresionantes para acompañar esa delicia. Además, el trato del personal, especialmente de Olga y Lucas, fue de 10, y las habitaciones son un remanso de confort.

Lo único que le tocaría dar un toque es que la habitación estaba un poco oscura por la falta de luz general, y el ambiente de la zona del spa tenía algunas hormiguitas. Pero nada que apague la magia del lugar, y la comida, aunque deliciosa, tenía un par de platillos que podrían mejorar.

Una experiencia inolvidable

El lugar es un remanso de paz. Las habitaciones son amplias y están bien equipadas, y la terraza del restaurante es perfecta para relajarse tras disfrutar de su deliciosa comida. No olviden probar los huevos benedictina en el desayuno, ¡son increíbles!

El lugar es ideal y tranquilo, un refugio perfecto lejos del bullicio. Las habitaciones son amplias y cómodas, bien equipadas, lo que hizo que el descanso fuera perfecto. La finca en sí es espectacular, un espacio para desconectar en plena naturaleza. Disfruté mucho de la terraza del restaurante, especialmente después de una buena comida, que además tenía una carta corta pero muy bien seleccionada. Aunque el trato de Olga y Lucas fue excepcional, lamenté no haber tenido suficiente tiempo para quedarme más.

La piscina privada y las actividades de yoga crearon un ambiente de total relajación. Me encantó el detalle de las toallas frías junto a la piscina.

me sentí muy a gusto y libre de pedir cualquier tipo de ayuda, no tengo ninguna queja en absoluto

No me gustó tener poco tiempo para disfrutar del lugar, pero las habitaciones son excelentes.

Estancia maravillosa, el lugar es un auténtico paraíso. Atención de primera por parte del personal, siempre dispuestos a ayudar. Desayuno delicioso, especialmente el jugo de naranja de sus propios árboles. Ideal para descansar y desconectar, muy recomendable para quienes re buscan paz y tranquilidad.

un refugio perfecto para desconectar y recargar energías

servicio excepcional, ambiente relajante

agua tibia